lunes, 29 de agosto de 2016
El año dorado de los campings valencianos
La ocupación media para el mes de agosto se espera que sea del 90 % (en julio rozó el 80 %) y en el acumulado de todo el ejercicio en curso, el conjunto de los campings estuvieron al 54 % de capacidad. Un 15,6 % más en número de viajeros (356.490 en lo que llevamos de 2016), un 13 % más de pernoctaciones (3.361.416) y un 6,4 % más de ocupación, según los datos registrados por la Agència Valenciana de Turisme.
Pero si la desestacionalización es importante, más lo es la internacionalización. El 75,2 % de los usuarios de estas plazas son extranjeros y sólo el 24,8 % de territorio nacional. Los 125 campings registrados en la Comunitat Valenciana y sus 71.600 plazas se han convertido en un escaparate de la oferta turística. La valenciana es, tras Cataluña y Andalucía, la tercera autonomía con mayor capacidad para albergar este público específico que busca combinar el descanso con la convivencia con el medio ambiente.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, considera al turismo de camping muy «interesante» para la diversificación del sector. «Debemos prestigiarlo porque nos ayuda a romper con la estacionalidad y porque el sector tiene una visión del negocio muy avanzada», asegura Colomer, quien reconoce que en muchos municipios ayuda a «salvar los inviernos».
Para el Consell, asegura Colomer, es un perfil de visitante fundamental porque «es respetuoso con el entorno» y «plantea un consumo responsable», frente a otros modelos como el todo incluido. Pero el secretario autonómico no quiere lanzar las campanas al vuelo y plantea que este público se debe «fidelizar» para «salvar el futuro». «Debemos poner las luces largas porque esta coyuntura favorable pasará y hemos de estar preparados», afirma.
Para las comarcas y los municipios, los campings se han convertido en un motor turístico complementario. Así lo reconoce el propio Colomer, quien asegura que los nuevos gobiernos nacidos de las urnas del pasado 24M de 2015 tienen entre sus prioridades las autorización de estas instalaciones.
Así, en los campings del Camp de Morvedre se ha colgado el cartel de completo en lo que va de temporada estival, un hecho que no se producía desde hacía varios años, tal y como han comentado a Levante-EMV los gerentes de las dos instalaciones que existen en la comarca: El camping Malvarrosa -Corinto, en la playa de la Malvarrosa de Sagunt y el Camping Sierra Calderona en Estivella. Playa e interior.
En el complejo de Estivella, de cuatro estrellas, la ocupación ha sido del 100%. Las 250 parcelas que ofertan para caravanas se han completado y a esto se suman los 18 bungalows, lo que arroja una cifra de más de 2.000 usuarios que se han hospedado en estas instalaciones de La Baronia. En cuanto al camping de la playa, de segunda categoría, que dispone de 130 parcelas fijas para caravanas y otras tantas para la instalación de tiendas de campaña donde hay cabida para un centenar, la ocupación también ha sido del 100%.
Las instalaciones de La Costera, la Canal de Navarrés y la Vall d'Albaida mejoran sensiblemente sus resultados con respecto al verano pasado. En mayor o menor medida, todas las zonas de acampada consultadas destacan un aumento de su ocupación con respecto a años anteriores, sobre todo durante el mes de agosto. El Camping Mariola de Bocairent, en concreto, presume de haber conseguido sus mejores resultados desde el año 2012. Por otro lado, la dirección del camping Natura de Rugat y el de Los Carasoles, en Navalón, también declara haber recibido una mayor afluencia de turistas.
El negocio de los campings en la Marina Alta declinó más por el «boom» del ladrillo que por la posterior crisis. En los años de la burbuja, muchos establecimientos se vendieron para levantar apartamentos y urbanizaciones. Los que resistieron están funcionando este verano a todo trapo. En Dénia, la ocupación en campings aumentó en julio un 22 % respecto al pasado año. Mientras, el camping de Moraira, que ahora cumple medio siglo y es de primera categoría, ha subido en agosto un 30 % respecto a 2015. Cuenta con la Etiqueta Ecológica Europea. Está integrado en una frondosa pinada que se halla a un paso del mar. En la segunda quincena de agosto, alcanzó la plena ocupación.
El camping de Quesa regentado por José Antonio García es un caso especial. Se trata de un paraje con dos zonas de acampada para grupos de jóvenes y otra más tranquila reservada para una demanda más tradicional. En los tres espacios García manifiesta tener una ocupación muy alta durante todo el verano, especialmente hasta la segunda quincena de agosto, con visitantes procedentes de toda España.
Oliva es una de las ciudades de referencia de la Comunitat Valenciana en cuanto al número y calidad de los campings se refiere. En esta ciudad hay siete instalaciones de este tipo, todas ellas están prácticamente en primera línea de la playa.
Según explica a Levante-EMV, Vicent Frasquet, representante de los campings de esta ciudad, este verano se ha producido un incremento del 6% en la afluencia respecto al pasado. «Para los campings, es una subida muy importante, teniendo en cuenta que el año pasado ya se produjo un aumento de turistas», apunta. «Esto se debe, sobre todo, a que los precios en España son muy competitivos para los turistas que llegan desde otros países de Europa respecto a destinos como Italia o Croacia». En verano, el lleno es total pero también durante el invierno «donde los extranjeros buscan el buen clima que hay en esta zona durante estos meses», apunta.
Depende de cada negocio pero, por lo general, la mayoría ofrecen un gran número de servicios. En el caso del Kiko, uno de los más importantes, tiene piscina, balnearios, cabinas de salud, peluquería, restauración e incluso un supermercado. Es decir, todo lo necesario para que los turistas puedan disponer de todos los servicios sin necesidad de salir del recinto. En el camping de la Marina, en Elx, se puede disfrutar hasta de un parque acuático.
En la comarca de l’Horta, las principales instalaciones se encuentran ubicadas en Puçol, apenas separadas por unas decenas de metros y muy próximas a la playa. Desde ambos complejos destacan que este año sí han apreciado un mayor repunte en la afluencia de turistas. En temporada alta, los precios rondan una media de 35 euros para la zona de acampada y de 100 para las casetas.
Un sector en auge que puede convertir en el complemento que termine por cerrar el círculo virtuoso del turismo valenciano. Y acabar con la estacionalidad.
Fuente: Levante - El mercantil valenciano
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario